Los superhéroes en el cine generaron un subgénero: burlarse de los superhéroes. Esta adaptación a pantalla grande de la bella y surreal serie animada de Cartoon Network bien podría definirse como una "Deadpool para niños" (e incluso se menta a Deadpool). Pero es más que eso: se trata no solo de reírse del género en boga, sino también de los lugares comunes de la producción de Hollywood, todo desde el humor más efectivo posible y de un diseño funcional que a veces llega a la sorpresa gráfica. Los cameos vocales (desaparecen en castellano, lástima) son tan lindos como la película en sí. Vaya incluso sin chicos que la va a pasar mejor que con la mayoría de los títulos "importantes".