Por fin, amigos, una película que le devuelve al espectador el cariño que este ya siente por sus personajes (y con creces, a pesar de la obligatoria escena post créditos que enlaza este filme con Avengers: Infinity War). El gran realizador de comedias Peyton Red (Triunfos robados, Abajo el amor, Viviendo con mi ex y la primera Ant-Man) narra aquí tres cosas: el posible rescate de la primera Avispa (una breve pero hermosa actuación de Michelle Pfeiffer), la desesperación de un personaje por sobrevivir a un destino de disolución (literal), y la carrera contra el tiempo de Scott Lang (gran Paul Rudd, nuevamente) a punto de terminar dos años de arresto domiciliario y obligado a salir de su casa. El verdadero tema es la familia y la responsabilidad, pero todo está trastocado con la asunción de que los poderes sobrenaturales de los superhéroes no son más que puro absurdo. Aquí lo asumimos y reímos sin condescendencia.