La decimoctava jornada de huelga de trabajadores ferroviarios en contra del proyecto del presidente francés, Emmanuel Macron, de reformar la empresa pública SNCF, paralizó ayer el servicio de trenes galos.
Los sindicatos elevaron el tono de sus reclamos y convocaron una "jornada sin trenes y ferroviarios", que obligó a la dirección de la compañía a suspender dos tercios de las conexiones previstas, informó la agencia de noticias EFE.
La participación en la huelga superó el 27% y fue mayor del 74% entre los maquinistas y los controladores, claves para poder llevar a cabo el servicio, según los datos de los sindicatos.
Las principales estaciones de París de las grandes ciudades del país amanecieron casi desiertas, en contraste con el movimiento habitual.