El Parlamento de Hungría aprobó una ley que castiga con hasta un año de cárcel a quienes ayuden a inmigrantes en situación irregular, entre los que se incluyen refugiados y solicitantes de asilo. La mayoría del partido gobernante, el Fidesz, dirigido por el primer ministro nacionalista Viktor Orban, apoyó la normativa pese a las críticas y las solicitudes, por parte organizaciones humanitarias húngaras y extranjeras, de que retirase el proyecto de ley. La norma que afecta a varias ONG del país fue aprobada la misma jornada en que se celebra el Día Internacional de los Refugiados, que la ONU conmemora desde 2001. Junto a esta ley, el Parlamento también aprobó una enmienda constitucional contra el sistema europeo de reubicación de refugiados entre los países de la Unión Europea (UE).
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