Las interpretaciones de economistas respecto de la incertidumbre salarial post/durante la turbulencia e inflación ofrece algunos matices de consideración. Alejandro Robba le refirió a BAE Negocios que "la solución no es económica sino política a partir de cómo está la relación de fuerzas entre capital y trabajo". Para su análisis no hay demasiada variedad de actitudes posibles entre los sindicatos: "todo depende de la resistencia de los ajustados. Si están en la lona y no ven salida por el alto desempleo algunos pueden optar por quedarse en el molde. El Gobierno necesita una recesión y devaluar todavía más para cerrar el déficit externo".
Fabián Medina, por su parte, consideró que una reapertura de paritarias, tengan o no cláusula de revisión, "debería tener lugar en julio agosto porque algunos cálculos ya señalan una inflación estimada anual del 32%. Para quienes rubricaron ya en el techo del 15% correspondería sumar el mismo porcentual para empatar o perder por poco". Martín Kalos, por su parte, consideró que el escenario se condimenta con números y complica por variables. "Se vislumbra conflictividad social, sindical y laboral. Estará en los sindicatos quizás poder contener tal alternativa sin reapertura de paritarias en medio de la caída de consumo y el escenario recesivo en el país".
Con la lupa sobre la ingeniría de emergencia a la que apeló el Gobierno, Federico Furiase recordó que el BCRA estima que con la suba de tasas en rigor del 40% se moderará la inflación. "Venimos de una dinámica bastante pesada respecto de aumento de precios, Macri habló de mayor ajuste fiscal e independencia del Central para moderar la turbulencia cambiaria, corresponde apreciar que si llega a concretarse la recategorización del mercado emergente mejoraría el panorama de inflación y cambiario".