El tipo de crédito al que aspira conseguir el Gobierno nacional forma parte de la línea de préstamos que están atados desde el inicio a condicionalidades de política económica por parte del Fondo Monetario Internacional y que incluye evaluaciones periódicas sobre metas de reformas para eliminar las causas que generaron los desequilibrios.
Los acuerdos Stand by están dirigidos a países con problemas de acceso a financiamiento internacional y en particular a países de ingreso medio (aunque países avanzados también han sido receptores de este tipo de créditos). Habitualmente son préstamos de entre 1 y 2 años, con un máximo de 3 para resolver problemas de balanza de pagos.
Existen cuatro tipos de stand by arrangements: normal, excepcional, con mayores desembolsos iniciales y acceso rápido. De todas formas, el acuerdo que buscaría argentina sería la variante "precautoria", es decir, tener acceso en el momento en que necesite de esos fondos, en lugar de un desembolso automático.
Entre los tres tipos de condicionalidades, el FMI marca "condiciones cuantitativas, medidas estructurales y frecuencia de revisiones" para lograr "los objetivos del programa".
El martes el Ministerio de Hacienda se preocupó por dejar en claro que la línea de crédito que busca el país es "preventivo". Una señal de necesidad de financiamiento urgente por parte del FMI hablaría de una situación más difícil de liquidez para el Gobierno.